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Monthly Archives: junio 2011

A veces, la vida te pone al lado a alguien, que es como una estrella y que gracias a su luz, también puedes brillar.

Pero otra veces, uno termina brillando por su propia cuenta, aún cuando no ha habido nadie a tu lado que te pueda brindar un poco de luz.

A cierta edad, comencé a tener inquietudes hacia la música, pero no pasaban a  más que la curiosidad de tocar un istrumento, o pertenecer a un grupo coral, es decir, «sólo a un loco se le ocurruriría dedicarse a la música profesional», o al menos fue de ésa manera como se expresaba la mayor parte de mis conocidos.

Sin embargo, al comenzar mis estudios de bachillerato, se me presentó la oportunidad de ingresar al coro de la Orquesta de Cámara de la Escuela Nacional Peparatoria. Al principio me encontraba escéptico e incluso desanimado, pues por principio de cuentas los ensayos del coro se realizaban tres veces a la semana en un horario bastante apretado y hasta cierto punto tedioso, pues eran al finalizar mis clases matutinas. Por otro lado, el carácter de la profesora y titular del coro era muy fuerte, y no sólo yo, sino que  otras tantas personas se sentían intimidadas por el mismo motivo, y se veían forzadas a claudicar.

Por mi parte, ya era demasiado tarde; una de las materias que cursaba estaba afiliada a ésta actividad, por lo que era ya una obligación asistir al coro, pero al pasar el tiempo, ésta percepción fue cambiando… ¡Qué bueno que fue así!

Hoy por hoy, aún asisto a los ensayos del coro, y me ha servido de diversas maneras, ya que para empezar, he tenido la oportunidad de cantar con la Orquesta cuyo nombre lleva el coro al que pertenezco, pero sobre todas las cosas, me ha abierto los ojos a un mundo lleno de posibilidades, fue gracias a ésto que pude reconocer que el camino que yo quería seguir era el de la música.

No iba a ser sencillo plantearle la posibilidad a mi familia, de que yo quería ser un músico profesional, sobre todo después de que a ellos les encantaba, aunque en ocasiones me mantuviera indeciso, la cantidad de cosas que yo mismo decía que quería estudiar. Por poner unos ejemplos; me interesaban las letras hispánicas y alemanas, la química, la biología… en fin, ciencias y disciplinas de las cuales mi familia veía un futuro prometedor para mí, si es que deseaba estudiar alguna de ellas.

Por fin lo dije, y al principio les tomó por sorpresa, como era de esperarse, pero luego creyeron que era una broma y decidieron permitirme jugar con mi pequeño mundo imaginario, hasta que en el coro de la OCENP dimos un concierto navideño…

Mi familia se quedó satisfecha con nuestro desempeño, no obstante aún guardaban ciertas dudas y, aunque renuentes, alguno que otro comenzaba a brindarme su apoyo, pero mi madre fue la primera que me motivó a seguir con ese camino; lamentablemente ahora no la tengo cerca, y todo el apoyo que ella me puede brindar ahora es de carácter moral, aunque debo decir que eso ha sido más que suficiente.

Sí, ha sido más que suficiente, porque a pesar de la negativa principal de mis parientes, he podido desarrollarme en el ámbito musical desde hace tres años…

Había llegado el momento de demostrar mi inquietud por estudiar música, y sobre todo, estudiar Canto. Fue por eso que el día de ayer me presenté a una audición de ingreso al nivel propedéutico en canto en la Escuela Nacional de Música.

Mi prólogo se justifica con lo siguiente: nunca tuve un maestro de canto, ni una verdadera figura que me sirviera como modelo para entrenar mis cualidades vocales, sin embargo al desarrollarme en ese ámbito, pude conocer personas que tuvieron o tienen las mismas ambiciones que yo, y que gracias a su apoyo psicológico y afectivo, pude hacer una audición decente.

A mis contados amigos en el coro de la OCENP: Daniel, Érika y Roberto, a los integrantes del ensable vocal de la Iglesia del «Espíritu Santo y señor mueve corazones», pero sobre todo a mi amada madre y a mi querida maestra María Teresa Gutiérrez Espinoza (MTGE para los cuates), sólo tengo una cosa que decirles, y es: ¡Muchas gracias!, su apoyo fue la chispa que me permitió avanzar y tomar ésta decisión, quizá una de las más importantes de mi vida.

Y a todas aquellas personas incluidas en mi familia, amigos y conocidos que en algún momento quisieron o tuvieron el impulso, aunque sea pequeño, de apoyarme, y que por alggún motivo se mostraron renuentes, les quiero decir que sólo espero no decepcionarlos una vez que ingrese a estudiar Canto, y me permitan mostrarles mi capacidad.

Estoy satisfecho con lo que hice ayer… Dí todo de mí, todo lo que pude dar, y eso para mí es una satisfacción muy grande.

Quizás no alcance un cupo en esa prestigiada escuela, a fin de cuentas eso significaría una y sólo una cosa, que debo de esforzarme más para hacer la audición el siguiente año, pues ésto no significa una derrota.

 

«When you were standing in the wake of devastation
when you were waiting on the edge of the unknown
with the cataclysm raining down, insides crying «save me now»
you were there and possibly alone.

Do you feel cold and lost in desperation?
you build up hope, but failure’s all you’ve known
remember all the sadness and frustration
and let it go, let it go.

And in the burst of light that blinded every angel
as if the sky had blown the heavens into stars
you felt the gravity of temper grace falling into empty space
no one there to catch you in their arms

Do you feel cold and lost in desperation ?
you build up hope, but failure’s all you’ve known
remember all the sadness and frustration
and let it go, let it go.»