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Monthly Archives: diciembre 2011

Descansando, tendidos sobre el pasto

yacen dos muchachos contemplando al cielo.

Los ojos de él se iluminan, y se vuelven de color miel cada vez que los abre,

los de ella, se difuminan con el color del cielo.

Él lanza un bostezo al aire tras un largo rato de estar en silencio,

y ella lo ve pacientemente como si esperara que hiciera algo.

El silencio prevalece un rato, él permanece con la mirada fija en el cielo que se tornaba cada vez más nublado

y ella con su mirada en él, al borde del llanto,

cuando de repente las planicies se envuelven en la melodía del viento

cuando éste roza suavemente el pasto.

Él se incorpora violentamente

e interrumpe el sentimiento de ella,

y sin mirarla, la toma del brazo y echan a correr en busca de un refugio.

Ella siente su mano cálida sobre su brazo,

y a pesar de que él la toma con fuerza, ella se imagina flotar tomada de su mano.

Tras de ellos, una estela de hojas revoloteaban al son del cantar de los céfiros

los cuales hacían volar por los aires los capullos de flores escondidos entre el follaje.

Él avanzaba con paso firme, abriéndose paso entre los brotes de pasto sobrecrecido,

y ella a su vez, tropezaba continuamente trantándo de seguir el paso de su compañero,

hasta que por fin, tras algunos minutos de un caminar ajetreado

se topan ante un árbol de cerezos…

Tras tomar un repiro, ella lo mira fijamente…

Él no se da cuenta de la expresión de su compañera… y de pronto comienza a llover.

El cerezo parecía cubrirlos de la lluvia, aunque sea parcialmente, lo que permitió que él recobrara completamente el aliento,

y tras reincorporarse, su mirada se funde con la de ella…

La lluvia incrementa paulatinamente su intensidad, llenando esta vez a las planicies de un sonido ensordecedor…

De pronto, él siente una bofetada en la mejilla…

Ella mantiene su mano levantada, mientras observa el rostro de él desviar su mirada hacia un costado…

A lo lejos se escuchan relámpagos…

él tarda un momento en entenderlo todo… y sin decir nada voltea su mirada hacia ella,

y con sus manos cálidas le toma el rostro y la besa, sin demoro y sin prisa.

Al principio ella forcejea un poco, pero tras un breve instante de incertidumbre,

ella se entrega completamente al momento.

Y después de un breve silencio, ella lleva sus manos al rostro, y se dirige afuera de la protección del cerezo,

dándole la espalda a su compañero.

él se queda quieto unos minutos, con los ojos cerrados y bajo el resguardo del cerezo,

hasta que de pronto, y sin abrir sus ojos, comienza a caminar hacia ella.

Al acercarse, ella siente su calor…

él la toma de la cintura y reposa su cabeza sobre el hombro de su compañera, dándole así el paso libre a la lluvia de mojar sus cuerpos.

De pronto él alza su mano, y de la nada unas grandes alas blancas aparecen en su espalda.

Con una de ellas envuelve a su compañera, y con la otra se cubren de la lluvia.

Permanecen así, quietos, durante algunos instantes,

mientras la lluvia iba dejando lugar a un montón de nubes grises perforadas por los rayos del sol.

La bruma se esparcía por todos los lugares, dejando al ambiente un toque de misterio,

Y aunque frío, el calor del cuerpo de él los mantenía envueltos en una especie de capullo térmico.

Cuando por fin la lluvia cesó, él incorporó sus alas a su posición original, y ella se volvió hacia él, aún con algunas gotas de lluvia rodando sobre su rostro.

Ella entrelazó sus dedos con los de él, antes de que él comenzara a flotar por los aires.

La tensión entre sus manos fue desapareciendo poco a poco y a medida que él se elevaba,

ella se veía forzada a levantar su rostro y sus manos, para verlo partir hacia el cielo.

Y después de algunos minutos, con un revoloteo de sus alas, desapareció en lo alto, dejando a su paso una lluvia de plumas blancas…

Desde ese día, ella aún conserva una de ésas plumas, al colgarla sobre un dije en su cuello, la cual al pasar del tiempo, se ha ido convirtiendo en cristal, en memoria de él

“A ti, Piscis, te doy la tarea más dificil, te pido que recojas toda la pena del hombre y que me la devuelvas. Tus lágrimas serán, finalmente, mis lágrimas. Las penas que absorberás serán el producto de la mala comprensión de Mi idea por parte de los hombres, pero tienes que mostrarles compasión para que vuelvan a intentarlo. Para ésta, la más dificil de todas las tareas, te doy el más grande de los dones, serás el único de mis doce hijos que Me conocerá y comprenderá. Pero este don de la comprensión, Piscis, es para ti, porque cuando intentes difundirlo, el hombre no te escuchará”.

Éste soy yo para siempre
Uno de los perdidos
Aquel sin un nombre
Sin un corazón honesto como brújula

Éste soy yo para siempre
Aquel sin un nombre
Estas líneas son el ultimo esfuerzo
Para encontrar linea del tiempo perdida

Oh, cómo deseo
Que la lluvia se calme
Todo lo que deseo es soñar otra vez
Mi amado corazón
Perdido en la oscuridad
Por esperanza di todo de mi

Mi flor, marchitada en medio
Las páginas 2 y 3
De una vez y para siempre floreceré
y me iré con mis pecados

Camina el oscuro sendero
Sueña con ángeles
Llama al pasado por ayuda
Tócame con tu amor
Y revélame mi verdadero nombre
Oh, cómo deseo
Que la lluvia se calme
Oh, cómo deseo soñar otra vez
De una vez por todas
Y por una vez
Nemo será mi nombre por siempre

Nemo navega a casa
Nemo se esta yendo...